Entrevista en Revista Informática
Estimados, esta es una entrevista que me realizó la revista Informática donde pasamos por diversos temas como la modernización del Estado y el desarrollo local.
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El candidato a alcalde por Peñalolén, comuna en la que funciona una de las sedes de la Corporación El Encuentro, comenta cómo llegó a tener este interés creciente por las tecnologías de la información, el rol que deben tener las municipalidades en este ámbito y hace una crítica a las autoridades por haberse quedado en la fiesta y no ponerse nuevos desafíos para hacer de Chile un país desarrollado.
Que un hombre del mundo académico humanista esté tan ligado y fuertemente posicionado en el ámbito de las tecnologías de la información no es algo que se dé todos los días. Es más. Este mundillo, siempre ha estado liderado y mas asociado a las diversas ingenierías que a las letras. Sin embargo y como en toda regla, hay una excepción. Y esa la constituye nada más ni nada menos que un abogado, el cual entre sus diversas actividades, se ha desempeñado como Ministro de Estado, secretario de diversas oficinas de repartición pública y en la gran empresa privada proveedora de tecnología de la información. Es Claudio Orrego Larraín, quien nos recibe en su nuevo frente de acción momentáneo. Sí, porque hoy se desempeña como investigador asociado del Centro de Estudios Económicos para Latinoamérica, Cieplan, ubicado a un costado de la CEPAL y parte la FLACSO. Puestos importantes, qué duda cabe, pero a Orrego parece no interesarle en demasía. Su pasión, como lo ha repetido hasta el cansancio es el servicio público y es por eso que es candidato por el partido demócrata cristiano a
alcalde por Peñalolén, comuna por la cual alguna vez fue concejal.
¿Cómo nace este interés por las tecnologías de la información, tomando en cuenta que usted es un tipo formado en el humanismo?
La verdad es que cuando llegué a formar parte del Gobierno del Presidente Frei Ruiz Tagle, no era una persona tan interiorizada en el tema de las tecnologías de la información. Pero en ese entonces me invitaron a participar en el comité de modernización del Estado y empecé a descubrir la necesidad de cambiar prácticas muy anquilosadas en el aparato público. Con el tiempo fuimos descubriendo que en este proceso el tema de las tecnologías de la información era crucial y muy transversal a lo que se pudiese delinear, y ahí nació este interés por algo que creo que es muy importante para convertir a Chile en un país desarrollado.
Luego de los años de ausencia en el Gobierno, ¿cómo ve la evolución de este proceso de modernización?
Yo no quiero parecer aguafiestas pero creo que nos hemos quedado un poco. Hemos tenido un Gobierno muy exitoso en muchos ámbitos, y en el tema de la modernización también, sin embargo creo que hemos alargado mucho la fiesta y esto ha hecho que el proceso no vaya tan rápido como todos quisiéramos. Con todo, creo que esto hay que mirarlo desde dos ángulos. Uno a nivel regional, donde Chile ha sentado un precedente en esta materia y de un modo u otro ha ejercido un liderazgo en todo lo que tiene que ver con tecnologías, poniéndonos en los primeros lugares de cuanto índice existe. El segundo punto de comparación
es con las naciones emergentes del mundo. En este ángulo, las diferencias en términos de calidad del servicio público y modernización tecnológica es sustancial y creciente, pero es ahí donde debemos apuntar, por que me parece que la única manera de apurar el tranco es poniéndonos la vara alta.
¿Y este Gobierno le dejará la vara muy alta a quien lo suceda en términos de desarrollo tecnológico?
Yo creo que durante este Gobierno se han hecho muchas cosas y se ha dado un énfasis importante al tema de la tecnología. Hoy es un tema que se habla, los conceptos se manejan y hay un cierto acuerdo en que el tema TI es importante y relevante para el desarrollo de Chile. Ese proceso, que comenzó antes de este Gobierno, ha sido internalizado por todos los actores políticos, por lo tanto más que dejar la vara alta, yo creo que obliga a continuar con el proceso en otras fases, agudizando ciertos matices pero sin diferir demasiado sobre lo que ya se ha instalado.
¿No teme a que un eventual cambio de mano en el Gobierno, tire por la borda lo que se ha hecho?
Yo no tengo ese temor. Y le explico porque. Chile ha logrado ser lo que es hoy gracias a una política de los acuerdos y de los grandes consensos entre todos los sectores sociales. Lo que tenemos es una tarea que hemos construido todos, sin excepción, y desde ese punto de vista, creo que el futuro de nuestro país hay que mirarlo con tranquilidad. Hay diversas maneras de mirar todo esto y diversas formas de llevar a cabo el proyecto de país, pero lo importante es el fondo y es que Chile puede y debe llegar a ser un país desarrollado. Desde esa perspectiva, todos coinciden en que la aplicación de tecnologías es un medio transversal y relevante para muchas cosas, como hacer más productivas y eficientes las empresas, más eficientes y capacitados al capital humano, mejorar de manera radical la educación, brindar un mejor servicio de salud. De eso no hay duda, por lo tanto no tengo ningún temor a que esto se pare.
¿Y este concepto de ser un medio, lo han entendido también quienes proveen tecnología?
Yo creo que no se ha vendido esto como se debe. Si bien existe la conciencia, las carencias que hoy tenemos en el país son altas. Hay iniciativas pero todavía falta. La brecha digital sigue existiendo, por más que los infocentros y la red enlaces ayude a evitarla. Las bibliotecas de las grandes ciudades están conectadas, sin embargo las más alejadas, las rurales, donde deberíamos estar no están en la red. La salud aún no toma esto como un elemento importante para despegar definitivamente y evitar que la gente haga colas y colas en los consultorios. Por eso yo le decía, creo que el proceso de modernizar el país y desarrollarlo se ha quedado un poco atrás. Nos hemos quedado en la fiesta, pero no hemos sido capaces de proyectar nuevas cosas, más ambiciosas y que puedan ayudar a cerrar la brecha digital entre la gente de nuestro país.
¿Qué rol le cabe a las municipalidades en todo esto?
Un rol importante. Es el gobierno local, el más cercano a la gente el que más se ha quedado atrás. Hay falta de recursos pero también falta de visión estratégica en este sentido. No es posible, por ejemplo, que un permiso de obras demore días en entregarse. Las colas y la pérdida de tiempo en trámites municipales es muy grande y hay que crear instancias para terminar con estas prácticas anacrónicas y
anquilosadas. Hay que interconectar las municipalidades, tener cosas en común. No es posible, por ejemplo, que comunas que estén separadas por una calle, no tengan ningún tipo de relación. Y así se debe ir escalando hacia una integración más fuerte, que nos haga trabajar de manera más efectiva.
¿Y para las personas, iniciativas como El Encuentro?
Si. A mi me parece que iniciativas como estas son importantes para acercar esto a la gente. Personas que no tiene ninguna posibilidad de familiarizarse con la tecnología, que llegan con temor a tomar el mouse, han aprendido y han perdido la desconfianza que les provocaba antes este tema. Hay gente que conoce este nuevo mundo y se sienten capaces hasta de ir a la universidad. Capaces de obtener mejores trabajos, de maestros que van a revisar sus correos electrónicos y ahí se forma un círculo virtuoso que es muy interesante de mirar y muy importante de aplicar.
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El candidato a alcalde por Peñalolén, comuna en la que funciona una de las sedes de la Corporación El Encuentro, comenta cómo llegó a tener este interés creciente por las tecnologías de la información, el rol que deben tener las municipalidades en este ámbito y hace una crítica a las autoridades por haberse quedado en la fiesta y no ponerse nuevos desafíos para hacer de Chile un país desarrollado.
Que un hombre del mundo académico humanista esté tan ligado y fuertemente posicionado en el ámbito de las tecnologías de la información no es algo que se dé todos los días. Es más. Este mundillo, siempre ha estado liderado y mas asociado a las diversas ingenierías que a las letras. Sin embargo y como en toda regla, hay una excepción. Y esa la constituye nada más ni nada menos que un abogado, el cual entre sus diversas actividades, se ha desempeñado como Ministro de Estado, secretario de diversas oficinas de repartición pública y en la gran empresa privada proveedora de tecnología de la información. Es Claudio Orrego Larraín, quien nos recibe en su nuevo frente de acción momentáneo. Sí, porque hoy se desempeña como investigador asociado del Centro de Estudios Económicos para Latinoamérica, Cieplan, ubicado a un costado de la CEPAL y parte la FLACSO. Puestos importantes, qué duda cabe, pero a Orrego parece no interesarle en demasía. Su pasión, como lo ha repetido hasta el cansancio es el servicio público y es por eso que es candidato por el partido demócrata cristiano a
alcalde por Peñalolén, comuna por la cual alguna vez fue concejal.
¿Cómo nace este interés por las tecnologías de la información, tomando en cuenta que usted es un tipo formado en el humanismo?
La verdad es que cuando llegué a formar parte del Gobierno del Presidente Frei Ruiz Tagle, no era una persona tan interiorizada en el tema de las tecnologías de la información. Pero en ese entonces me invitaron a participar en el comité de modernización del Estado y empecé a descubrir la necesidad de cambiar prácticas muy anquilosadas en el aparato público. Con el tiempo fuimos descubriendo que en este proceso el tema de las tecnologías de la información era crucial y muy transversal a lo que se pudiese delinear, y ahí nació este interés por algo que creo que es muy importante para convertir a Chile en un país desarrollado.
Luego de los años de ausencia en el Gobierno, ¿cómo ve la evolución de este proceso de modernización?
Yo no quiero parecer aguafiestas pero creo que nos hemos quedado un poco. Hemos tenido un Gobierno muy exitoso en muchos ámbitos, y en el tema de la modernización también, sin embargo creo que hemos alargado mucho la fiesta y esto ha hecho que el proceso no vaya tan rápido como todos quisiéramos. Con todo, creo que esto hay que mirarlo desde dos ángulos. Uno a nivel regional, donde Chile ha sentado un precedente en esta materia y de un modo u otro ha ejercido un liderazgo en todo lo que tiene que ver con tecnologías, poniéndonos en los primeros lugares de cuanto índice existe. El segundo punto de comparación
es con las naciones emergentes del mundo. En este ángulo, las diferencias en términos de calidad del servicio público y modernización tecnológica es sustancial y creciente, pero es ahí donde debemos apuntar, por que me parece que la única manera de apurar el tranco es poniéndonos la vara alta.
¿Y este Gobierno le dejará la vara muy alta a quien lo suceda en términos de desarrollo tecnológico?
Yo creo que durante este Gobierno se han hecho muchas cosas y se ha dado un énfasis importante al tema de la tecnología. Hoy es un tema que se habla, los conceptos se manejan y hay un cierto acuerdo en que el tema TI es importante y relevante para el desarrollo de Chile. Ese proceso, que comenzó antes de este Gobierno, ha sido internalizado por todos los actores políticos, por lo tanto más que dejar la vara alta, yo creo que obliga a continuar con el proceso en otras fases, agudizando ciertos matices pero sin diferir demasiado sobre lo que ya se ha instalado.
¿No teme a que un eventual cambio de mano en el Gobierno, tire por la borda lo que se ha hecho?
Yo no tengo ese temor. Y le explico porque. Chile ha logrado ser lo que es hoy gracias a una política de los acuerdos y de los grandes consensos entre todos los sectores sociales. Lo que tenemos es una tarea que hemos construido todos, sin excepción, y desde ese punto de vista, creo que el futuro de nuestro país hay que mirarlo con tranquilidad. Hay diversas maneras de mirar todo esto y diversas formas de llevar a cabo el proyecto de país, pero lo importante es el fondo y es que Chile puede y debe llegar a ser un país desarrollado. Desde esa perspectiva, todos coinciden en que la aplicación de tecnologías es un medio transversal y relevante para muchas cosas, como hacer más productivas y eficientes las empresas, más eficientes y capacitados al capital humano, mejorar de manera radical la educación, brindar un mejor servicio de salud. De eso no hay duda, por lo tanto no tengo ningún temor a que esto se pare.
¿Y este concepto de ser un medio, lo han entendido también quienes proveen tecnología?
Yo creo que no se ha vendido esto como se debe. Si bien existe la conciencia, las carencias que hoy tenemos en el país son altas. Hay iniciativas pero todavía falta. La brecha digital sigue existiendo, por más que los infocentros y la red enlaces ayude a evitarla. Las bibliotecas de las grandes ciudades están conectadas, sin embargo las más alejadas, las rurales, donde deberíamos estar no están en la red. La salud aún no toma esto como un elemento importante para despegar definitivamente y evitar que la gente haga colas y colas en los consultorios. Por eso yo le decía, creo que el proceso de modernizar el país y desarrollarlo se ha quedado un poco atrás. Nos hemos quedado en la fiesta, pero no hemos sido capaces de proyectar nuevas cosas, más ambiciosas y que puedan ayudar a cerrar la brecha digital entre la gente de nuestro país.
¿Qué rol le cabe a las municipalidades en todo esto?
Un rol importante. Es el gobierno local, el más cercano a la gente el que más se ha quedado atrás. Hay falta de recursos pero también falta de visión estratégica en este sentido. No es posible, por ejemplo, que un permiso de obras demore días en entregarse. Las colas y la pérdida de tiempo en trámites municipales es muy grande y hay que crear instancias para terminar con estas prácticas anacrónicas y
anquilosadas. Hay que interconectar las municipalidades, tener cosas en común. No es posible, por ejemplo, que comunas que estén separadas por una calle, no tengan ningún tipo de relación. Y así se debe ir escalando hacia una integración más fuerte, que nos haga trabajar de manera más efectiva.
¿Y para las personas, iniciativas como El Encuentro?
Si. A mi me parece que iniciativas como estas son importantes para acercar esto a la gente. Personas que no tiene ninguna posibilidad de familiarizarse con la tecnología, que llegan con temor a tomar el mouse, han aprendido y han perdido la desconfianza que les provocaba antes este tema. Hay gente que conoce este nuevo mundo y se sienten capaces hasta de ir a la universidad. Capaces de obtener mejores trabajos, de maestros que van a revisar sus correos electrónicos y ahí se forma un círculo virtuoso que es muy interesante de mirar y muy importante de aplicar.
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Anónimo -
Frívola